El artista llevaba más de una década reclamando su lugar en el prestigioso salón. A los 72 años ya había insistido en que su aporte a la historia del rock era innegable: logró dos números uno en el Billboard Hot 100 con “The Twist” y “Pony Time”, y fue distinguido con el primer Grammy en la categoría rock gracias a “Let’s Twist Again”. En 2014, durante su ingreso al Salón de la Fama de Compositores, lanzó un mensaje directo: no quería recibir este reconocimiento demasiado tarde en la vida, asegurando con ironía que, de ocurrir, lo rechazaría.
Hoy, a sus 83 años y a punto de cumplir 84, finalmente llega la distinción. Pero Checker, coherente con sus palabras y su estilo, optó por no acudir. Prefiere seguir arriba de los escenarios, en contacto directo con quienes lo acompañan desde siempre, antes que ser parte de una ceremonia televisada.
El Hall of Fame aceptó su decisión sin controversias, reconociendo igualmente su trayectoria. Así, el pionero del twist reafirma su independencia y su fidelidad a la música y al público que lo mantiene vigente.