Hasta el final del siglo XX, Broadcast Music Incorporated (BMI) contabilizó que la canción se había reproducido más de siete millones de veces en la radio y la televisión de Estados Unidos. La BBC Radio 2 la consagró como Mejor Canción del siglo XX, y en el 2000, tanto MTV como Rolling Stone la eligieron Canción Pop Número 1 del milenio. Cuando Rolling Stone armó su ranking con las 500 mejores canciones de la Historia, la ubicó en el puesto 13.
“Yesterday” se considera la inauguración del pop barroco, una inspiración que impactaría en los grandes artistas de la segunda mitad del siglo XX. Pero nada de eso alcanzó para convencer del todo a Lennon, que alguna vez dijo: “La letra no resuelve ningún sentido. Son buenas líneas, ciertamente funcionan, pero si leés la canción completa no dice nada”. Tanto él como Bob Dylan aseguraron que no les hubiera gustado componerla. Chuck Berry se paró en la vereda de enfrente y dijo: “‘Yesterday’ es la canción que me habría gustado escribir”.
Detrás de ese himno, se acumulan hasta hoy ganancias millonarias. Según la revista Forbes, ninguna otra canción reportó más ganancias que “Yesterday” a lo largo del siglo XX. La BBC estimó en 2012 que el tema llevaba recaudado 19,5 millones de libras en derechos de autor: toda una suma para asegurarle una vida millonaria a McCartney, cuya fortuna total se estima en 1.200 millones de dólares.
Nació de un sueño que obsesionó a su dueño. Que lo hizo temer que su mente le estuviera jugando una mala pasada y que detrás de esa melodía hubiera un robo involuntario a otro artista. No sedujo a sus compañeros de banda pero sí al mundo entero. “Yesterday” cumple 60 años y el mundo la ama.