“Phil Collins no está al borde de la muerte ni está recibiendo cuidados paliativos”, indicaron sus representantes en declaraciones a medios como TMZ y The Independent. “No hay nada de cierto en esas informaciones”, enfatizaron, atribuyendo el origen de los rumores a especulaciones infundadas en redes sociales.
Lo que sí fue confirmado es que el músico fue hospitalizado recientemente para someterse a una operación de rodilla, de la cual se encuentra actualmente en proceso de recuperación. Según NME, la confusión podría haberse generado por declaraciones anteriores de Collins, quien reconoció en los últimos años un deterioro en su salud general y una pérdida de interés en producir nueva música.
“Sigo pensando que debería bajar al estudio y ver qué pasa. Pero ya no tengo ganas. El caso es que he estado enfermo, muy enfermo”, había declarado a comienzos de este año.
Por el momento, su entorno pide cautela frente a informaciones no verificadas y reitera que, si bien su salud no es óptima, no existe riesgo vital.