Su muerte fue confirmada en un comunicado por su familia, que no indicó dónde falleció, pero sí señaló que la causa fue cáncer.
En los años previos a su triunfo con el álbum Voodoo (2000), D’Angelo, cuyo nombre de nacimiento era Michael Eugene Archer, fue una figura destacada de la revolución del soul de esa época, fusionando las melodías dulcemente seductoras de cantantes clásicos como Al Green y Marvin Gaye con los ritmos y la urgencia del hip-hop.
Sus canciones más exitosas, como “Lady”, “Brown Sugar” y “Untitled (How Does It Feel)”, fueron aclamadas como ejemplos supremos de esta tendencia, que no buscaba un revival de las tradiciones de la música pop negra, sino una transformación de las mismas. Todas esas canciones llegaron al Top 10 de la lista de R&B de Billboard, y D’Angelo sonaba con frecuencia en las emisoras de radio afroamericanas, junto a artistas como Erykah Badu, Mos Def y Common, con quienes colaboró como parte de un colectivo informal conocido como los Soulquarians.