El director y guionista Scott Cooper contó a Empire que el propio artista le pidió alejarse de la hagiografía habitual en este tipo de producciones: “Springsteen me dijo: ‘La verdad sobre uno mismo no siempre es bonita’”. Bajo esa premisa, el film busca mostrar las luces y sombras de una etapa crucial en la vida del de Nueva Jersey, marcada por introspección, vulnerabilidad y momentos difíciles.
Cooper asegura que incluso los seguidores más fieles descubrirán facetas inéditas: “Habrá cosas que no aparecen en su espectáculo de Broadway, ni en documentales, ni en sus memorias”. El Boss, además, no puso condiciones sobre qué podía mostrarse: “Nunca me pidió que quitara ninguna parte incómoda”.
El proyecto se centra en los años en que Springsteen tenía poco más de 30 años, cuando grabó uno de los discos más personales y austeros de su carrera. Para Cooper, Jeremy Allen White logra capturar esa dualidad entre humildad y arrogancia que define al artista.
Concebida como un “anti-biopic”, Deliver Me From Nowhere promete acercar al público a un Springsteen vulnerable, lejos de la leyenda, pero tan real como sus canciones.