Todas las personas que compraron su entrada tuvieron la posibilidad de elegir entre tres lugares diferentes para poder hacerse una prueba antígeno rápida la mañana del recital. A las personas que dieron negativo de COVID-19 se les envió una notificación a su teléfono la cual les validaba la entrada al show de las 19h. Para poder ingresar al show, en la entrada también se les tomó la temperatura y se les chequeó su identidad.
Una vez dentro del predio, la única medida de seguridad obligatoria que debieron respetar fue la de usar máscaras faciales de alta calidad, provistas por los mismos organizadores del evento, por lo que el público pudo recorrer libremente el lugar sin la necesidad de permanecer en una burbuja. "Pasó un año y medio desde que no subíamos a un escenario como banda. Algunos de los músicos están llorando por ahí", dijo el frontman Santi Balmes ante un público que contemplaba el escenario con la misma emoción en los ojos que la banda.
"Actuar en Palau Sant Jordi ha sido un momento único en nuestra carrera, un ejercicio de responsabilidad con nuestra industria, nuestra ciudad, nuestrxs compañerxs de profesión y por supuesto nuestro público, que nunca nos falla", escribió Love of Lesbian en un posteo de Instagram después del recital.