Las fuertes resistencias iniciales, de George Harrison especialmente, fueron resueltas con la promesa de que no sería como las caóticas giras a las habían puesto fin en 1966. Además todo sería filmado para la posteridad.
Cuando el proceso terminó, montones de cintas quedaron archivadas hasta decidir qué hacer con ellas. El proyecto “The Beatles Get Back” que se convirtiera en “Let It Be” ingresaba al limbo ante la falta de entusiasmo. Pero el tiempo y dinero de Apple invertidos exigían que en algún momento saliera. Las grabaciones fueron inicialmente producidas por George Martin y luego pasaron a manos de Glyn Johns, otro productor. Insatisfecho con los resultados John Lennon entregó las cintas a Phil Spector para que confeccionara un producto que pudiera editarse.
Spector llevaba años soñando con trabajar con los Beatles y Lennon estaba muy contento con su trabajo para el single “Instant Karma”, por lo que hizo las cosas a su modo. La idea inicial de las grabaciones “al natural” quedó de lado frente a las técnicas y metodos de Spector, que añadió orquesta y coros, en especial a “The Long And Winding Road”. Cuando finalizó su trabajo envió copias a los cuatro con la promesa de solucionar cualquier reclamo o desacuerdo que pudiera presentarse.
Mc Cartney quedó furioso por el tratamiento dado a “The Long And Winding Road” e inmediatamente trató de hacer efectiva la promesa de Spector y quitar la orquesta y coros. Pero Spector se hizo humo (seguramente de forma deliberada) y tampoco Allen Klein, el nuevo manager de los Beatles “al 75%” (Paul no lo quería) movió un dedo cuando recibió una carta de Paul exigiendo la restauración de la versión original. Fue allí cuando decidió dejar la banda.
Meses después en la famosa entrevista “Lennon Remembers” de la revista Rolling Stone, Lennon defendió con firmeza el trabajo de Spector, lo que de alguna manera dejaba mal parados a George Martin y a Glyn Johns, además del gusto de darle la contra a McCartney.
Spector no pudo integrarse al círculo beatle, pero al menos fue adoptado por Lennon y Harrison para sus proyectos solistas inmediatos siendo “All Things Must Pass” su participación mas controversial, pues pese al éxito millonario del álbum muchos hemos cuestionado el sonido.
Spector produjo “John Lennon Plastic Ono Band” (1970), “Imagine”(1971), “SomeTime In New York City” (1972) y parcialmente “Rock N’ Roll” (1975) donde pusieron fin a su relación profesional y personal a causa del comportamiento conflictivo y autoritario que mostró en las sesiones, incluyendo el llevarse las cintas de las primeras sesiones de fines de 1973.
A Paul McCartney el paso del tiempo no le hizo olvidar lo que consideró siempre una afrenta de Spector, no solo con “The Long And Winding Road” sino con todo el álbum.
Allá por el año 2000 Paul conversaba con Michael Lindsay-Hogg, director de la película “Let It Be”, sobre la ausencia en el mercado de una versión del filme en VHS o en el entonces novedoso formato DVD. Una reedición de la película podría ser la oportunidad de reprocesar y mejorar todo, incluyendo por supuesto el sonido, y eso podría hacerse extensivo al disco, “des-Spectorizando” el material musical para quitarle la opacidad de Spector favoreciendo un sonido mas claro, directo y potente para las canciones. Dos años después esa depuración fue encargada a los ingenieros de Abbey Road Paul Hicks, Guy Massey y Allan Rouse quienes revisaron las viejas cintas haciendo una limpieza digital previa a una nueva mezcla.
Finalmente en noviembre de 2003 sale al mercado el álbum “Let It Be…Naked”.
En lo personal me parece que suena fabulosamente, pero fue de una cierta desilusión que no tuviera el mismo contenido exacto del álbum de 1970, con algunos “takes” distintos y la ausencia de diálogos que reforzaban la sensación de “en vivo” que mal que mal sí se percibía en el disco original.
Finalmente McCartney se sacó la espina (o el puñal) , pero el moderado éxito de ventas y la fidelidad de gran parte de la fanaticada al disco original demostró que aquello que tanto hirió a McCartney no había generado la misma inquietud o desacuerdo en el gran público.
Tal vez Spector haya podido esbozar una sonrisa y sentirse un poco ganador de la controversia.