La petición de la familia llegó a principios de año, la muerte de la esposa de Wilson, Melinda Ledbetter. El texto argumentaba que el músico padece un trastorno neurocognitivo importante que ha reducido notablemente la capacidad de cuidar adecuadamente de sus necesidades personales básicas. En febrero, los familiares de Wilson compartieron una publicación en redes sociales en la que explicaban que habían tomado la decisión de solicitar la tutela del músico tras consultar a sus siete hijos, a los doctores, a miembros de su personal y al propio Wilson.
En los informes médicos presentados junto a la demanda de tutela, Wilson aparecía retratado com una persona «incapaz de satisfacer adecuadamente sus necesidades personales de salud física, alimentación, vestido o vivienda». «A menudo hace declaraciones irrelevantes o incoherentes, tiene muy poca capacidad de atención y, aunque involuntariamente perturba, con frecuencia es incapaz de mantener el decoro apropiado para el caso», aseguraba el facultativo.
Ahora, el juez da la razón a la familia y concluye que, «a partir de pruebas claras y convincentes, es necesaria una tutela».
En una de esas extrañas carambolas del azar, la noticia llega pocos días antes de que Disney+ estrene un nuevo documental sobre los Beach Boys, emblema del sueño americano y vehículo musical con el que Wilson tocó el cielo del pop y el infierno de la salud mental. La cinta, que se presenta como «la celebración de una banda legendaria que revolucionó la música pop y del icónico y armonioso sonido que crearon y que personificó el sueño californiano», repasa la historia de la banda desde sus comienzos como clan familiar e incluye nuevas entrevistas con Mike Love, Al Jardine, David Marks y Bruce Johnston y, dicen, también Brian Wilson.