Según indican los registros del diario francés Le Figaro, Madonna habría adquirido esta obra de arte en una subasta en Nueva York en 1989 por 1,3 millones de dólares, aunque se sospecha que podría tratarse de una copia del original.
La cantante no respondió todavía el pedido explícito de la autoridades de Amiens, quienes aclararon que no la están acusando de ningún delito: “No cuestionamos de ninguna manera la adquisición legal que ha realizado, pero somos candidatos a ser Capital Europea de la Cultura en 2028. Así que me gustaría que en esta ocasión, este año, pudieras prestarnos tu pintura”, agregó en su comunicado.