Tras el descomunal éxito de su anterior trabajo, ‘Dark Side of the Moon’, que había dejado a los miembros exhaustos tanto física como emocionalmente, no fue fácil para el grupo acometer la grabación de su siguiente entrega y en enero de 1975 comenzaron las sesiones en el estudio 3 de Abbey Road que se extenderían -con interrupciones- hasta el mes de julio. Pocas semanas tras el comienzo de las sesiones, Waters ya tenía claro el concepto del nuevo álbum, que incluiría tres nuevos temas que ya tocaban en sus giras. Estos aparecerían entre las dos partes en las que dividieron su nueva composición en la que llevaban trabajando ya unos meses: ‘Shine on you crazy diamond’, dedicada a su ex-compañero y líder original de la banda, Syd Barrett, quien pasó casualmente uno de los días de grabación por el estudio a saludar. En esta ocasión no contaron con su anterior ingeniero de grabación, Alan Parsons, sumido totalmente en su propio Alan Parsons Project, por lo que la elección recayó sobre Brian Humphries quien ya había trabajado antes para ellos en el álbum ‘More’ (1969). Los otros temas que completaron el álbum eran ‘Wish you were here’, también dedicada a Barrett, ‘Welcome to the machine’ y ‘Have a cigar’, ambas afiladas críticas a la industria discográfica y sus representantes, que priorizan el dinero y los resultados económicos al cuidado, comprensión y respeto por sus propios artistas. Un diálogo ficticio de un ejecutivo discográfico que aparece en el tema ‘Have a cigar’, cantado por el cantante invitado Roy Harper dice: “La banda es fantástica, lo digo completamente en serio. Ah! por cierto, ¿quién de ustedes es Pink?”
El álbum fue directamente al nº1 de las listas inglesas con pedidos adelantados de más de 250.000 copias. El exceso de expectación de los fans motivó que EMI solo pudiera asegurar a los comercios el 50% de los pedidos, que en Estados Unidos (nº1 en la segunda semana) alcanzaron la cifra de 900.000 copias, la más grande de Columbia hasta aquella fecha.
Como curiosidad, en los días de la grabación, se encontraba en otro estudio de Abbey Road el violinista francés Stéphane Grapelli. Se le pidió que añadiera un solo al final del tema ‘Wish you were here’ por el que recibió 300 libras. Apenas audible en la copia vinilo original, en la remezcla reeditada en 2011 se le subió considerablemente el volumen.
Otro capítulo importante de la historia de este álbum fue el diseño de portada que corrió a cargo (como en el anterior álbum) del equipo de Hypgnosis, con uno de sus creadores, el diseñador Storm Thorgerson al frente. También en este caso era difícil superar la magnífica imagen de portada de ‘Dark Side of the Moon’. El concepto de ‘ausencia’ y el apretón de las manos mecánicas simbolizaron los dos temas principales (Syd Barrett y la voracidad de la industria discográfica) alrededor de los cuales trataban los textos del álbum y las brillantes localizaciones de Mono Lake en California y los estudios de Warner Bros donde se tomó con la intervención de dos especialistas cinematográficos la imagen de portada, redondearon uno de los trabajos de packaging más elaborados de la industria discográfica. © 2011-2021 efemérides musicales